Según la (OMS, 2011) ,
el agua, el saneamiento y la higiene tienen consecuencias importantes sobre el
proceso salud y enfermedad. Las enfermedades relacionadas con el uso de agua
incluyen aquellas causadas por microorganismos y sustancias químicas presentes
en el agua potable; enfermedades como la esquistosomiasis, que tiene parte de
su ciclo de vida en el agua; la malaria, cuyos vectores están relacionados con
el agua; el ahogamiento y otros daños, y enfermedades como la legionelosis
transmitida por aerosoles que contienen microorganismos.
Actualmente,
unas 42 millones de personas en la Región de las Américas no tienen acceso a
agua y unas 162 millones de personas no cuentan con un sistema adecuado de
disposición de excretas. Según el funcionario de las Naciones Unidas, la inversión
en agua y saneamiento "es una de las más contundentes acciones a nuestro
alcance para atacar las causas de las causas, reducir las desigualdades
sociales en salud pública y democratizar las oportunidades de desarrollo
sostenible". De hecho, el tercio de la población más pobre está afectada
por las consecuencias del bajo acceso a condiciones sanitarias en la vivienda y
comunidad. Asimismo, instó a fortalecer los esfuerzos para cumplir con la meta
del milenio de reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas sin
acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento. El saneamiento básico
incluye: El abastecimiento de agua para consumo humano. El manejo y disposición
final adecuada de las aguas residuales y excretas. El manejo y disposición
final adecuada de los residuos sólidos urbanos (OPS/OMS, 2013).
Según la
No hay comentarios:
Publicar un comentario