Introducción

El acceso al agua potable es una necesidad humana básica, al mismo tiempo se constituye en un derecho humano fundamental. Sin embargo, en el mundo más de mil millones de personas se ven privadas del derecho a contar con agua potable y 2.600 millones no tienen acceso a saneamiento adecuado. Estas cifras reflejan tan sólo una de las dimensiones del problema. Llama la atención que en pleno siglo XXI, la segunda causa de muertes infantiles en el mundo la constituya el agua sucia (Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo, 2006).


            Uno de los mayores problemas de la actualidad, es el incremento acelerado de la población en las zonas urbanas. Esto trae consigo numerosos problemas en cuanto al medio ambiente se refiere; se generan grandes cantidades de residuos, hay mayor demanda en el consumo de  agua, entre otros problemas. Los seres vivos generan desechos como consecuencia de su metabolismo, en el caso de las personas las heces y las orinas. Cabe resaltar, que en cada casa existe una fosa séptica o una letrina común, ya que no existe individuo alguno que no genere desechos a consecuencia de su metabolismo; debido a la falta de un sistema de saneamiento básico, esto puede ocasionar que algunas bacterias, y en algunos casos virus, que normalmente están presentes en los residuos generados,  puedan ser trasladados en los reservorios de agua, ya sea en los pozos o en venas de aguas subterráneas, y a partir de ahí, ocasionar enfermedades para los seres humanos que ingieren esas aguas.

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